viernes, 28 de febrero de 2014

Ante la muerte

Muerte de Santo Domingo de Guzmán
Cuando en el tribunal preguntaron a Santo Tomás Moro si sabía cuál la pena que le cabía por no haber aprobado las intenciones del Rey, él respondió: La muerte, ella viene para todos. "Por la actitud del hombre antes de la muerte, se conocen los valores supremos según los cuales él modeló su vida".[1]

Santo Tomás Moro
Cuenta San Alfonso de Ligorio que "el Papa Honorio, cuando estaba para morir, deseaba haber estado en el monasterio lavando platos y no haber sido Papa. A la hora de la muerte, Felipe II, Rey de España, deseaba haber sido laico en algún convento, y no Rey".[3]En este valle de lágrimas solo hay una cosa segura: la muerte. Es lo que la Iglesia nos recuerda el Miércoles de Ceniza: "Recuerda, oh hombre, que eres polvo, y al polvo has de volver". Con frecuencia, "la consideración del arduo paso de esta vida hacia la eternidad muchas veces nos inquieta. Entretanto, tal pensamiento es altamente benéfico para compenetrarnos de la necesidad de evitar el pecado que, sin el arrepentimiento y el inmerecido perdón, podrá cerrarnos, para siempre, las puertas del Cielo: ‘Recuerda tu fin y jamás pecarás' (Eclo 7,40)".[2]

Dice San Gregorio que Dios, para nuestro bien, nosoculta la hora de la muerte, para que estemos siempre listos para morir. Cómo será fácil en el último momento reconocer que la belleza es pasajera y las glorias del mundo, vanidades. Las amistades ya no podrán nada por nosotros, a no ser implorar misericordia al Juez. Entonces, una sola cosa nos va interesar: el encuentro con Dios.

domingo, 23 de febrero de 2014

La primera mirada de la inteligencia

El famoso neotomista francés, P. Réginald Garrigou-Lagrange, OP, nos dejó ricas páginas respecto a la ‘primera mirada de la inteligencia' sobre las cosas y sobre la vida,[1] considerándolo primeramente a través de un prisma meramente natural y, en seguida, como bañado por la gracia.
1.jpgTomando como punto de partida la afirmación de Nuestro Señor -‘si oculus tuus fuerit simplex, totum corpus tuum lucidum erit' (Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz)-, Garrigou-Lagrange comenta que esa es una investigación de universal interés, llamando la atención no apenas de estudiosos, sino también de personas más simples, desde que tengan alma elevada y grandes aspiraciones.

Nunca será demás realzar la riqueza virtual de esa ‘primera mirada' y la necesidad, para el joven o el adulto de cualquier edad, de retornar a ella. Ese es el medio adecuado del ser humano dirigirse a aquel mundo de verdades sobrenaturales y metafísicas las cuales tal vez haya dejado oscurecer en su espíritu, sea porque colocó su corazón demasiado en los bienes terrenos, sea porque sucumbió a la presión del ambiente. En general, por ambas razones.


La complejidad de la vida en los días actuales constituye otra grave dificultad para la primera mirada. En efecto, hoy las mentes son bombardeadas sin cesar por las cacofonías de la civilización de lo efímero, de lo relativo, de lo contradictorio, de lo meramente palpable. Ya a mediados del siglo XX se tornaba avasallador el dominio del tecnicismo, mas éste, gracias al avance de la electrónica, va ahora alcanzando un paroxismo. Mientras la institución de la familia cristiana atraviesa una crisis perturbadora sin precedentes, los hogares son inundados por todo tipo de aparatos fascinantes.

miércoles, 19 de febrero de 2014

La Eucaristía es la Verdad


Si contemplamos el reino animal, y dentro de él, por ejemplo a un Tigre Siberiano, preciosa creatura de Dios, descubriremos a simple vista que a pesar de toda su hermosura, majestad, fuerza y agilidad tiene algo que lo pone en un plano muy inferior a los hombres. Percibiremos que él sacia sus instintos de una forma correcta y ordenada, o sea, natural.
El Tigre de las Siberias no se caracteriza por algo que tenemos nosotros, es que aunque saciados según nuestra naturaleza indica, seguimos sintiendo algo en nuestro interior que nos pide más, que no se sacia con lo material, que nos dice que hay algo superior, algo que creó todo lo que vemos y admiramos y a nosotros mismos. Y esto se debe al hecho de que los hombres -a diferencia de los animales- poseemos un alma inmortal y con un fin sobrenatural: amar, conocer y servir a Dios por toda la eternidad. Pero en ocasiones el hombre no es enteramente consciente de esto.

Caminando por la vida
Nuestra vida es como una caminata, que pasa a través de valles, cordilleras, desiertos, llanuras, por todo tipo de panoramas y aventuras; pero curiosamente esta caminata tiene algo que la hace “sui generis”, y es que mientras caminamos no sabemos que camino es el que nos lleva al lugar correcto, ni cuando terminará el recorrido.

viernes, 14 de febrero de 2014

Via Pulchritudinis: camino privilegiado

Obra de teatro sobre la historia de la vestimenta, realizada en el Seminario de lo Heraldos.
En este artículo del padre Felipe Ramos de los heraldos, se encuentra muy bien explicado el carácter trascendental de la nobleza y la necesidad de que la nueva evangelización hoy en día sea principalmente por la Vía de la Belleza.
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Santo Tomás no compuso ningún tratado específico sobre la belleza, y tampoco la abordó de modo esquemático.
Por otro lado, el Aquinate interpreta el termino de graduación para remitir a un máximo siempre en el concepto de los transcendentales, [1] "facetas" del ser, por así decir. Los ejemplos que él nos ofrece en la cuarta vía [para llegar a Dios] son ‘bonum', ‘verum' y 'nobile'. Bonum y verum él siempre enumeró entre los transcendentales, [2]pero ¿y nobile? ¿Sería también un transcendental?

martes, 11 de febrero de 2014

La Creación, el Espíritu Contemplativo y María Santísima

Este video fue realizado para introducción de una charla en la cual se habló, de la necesidad de tener un espíritu admirativo y contemplativo para alcanzar a Dios. Y como debemos admirar y seguir el ejemplo de María Santísima. Gran parte de los textos del video son de la autoría del Dr. Plinio Correa de Oliveira.

lunes, 10 de febrero de 2014

La Virgen Reina




El glorioso título de Reina
Reina. Esa augusta prerrogativa de Nuestra Señora nos es presentada con mayor profundidad por el santo Fundador de los Redentoristas, al iniciar él sus bellos y piadosos comentarios sobre la oración de la ‘Salve Reina':
"Habiendo sido la Santísima Virgen elevada a la dignidad de Madre de Dios, con justa razón la Santa Iglesia la honra, y quiere de todos que la honren con el título glorioso de Reina. Si el Hijo es Rey, dice el Pseudo-Atanasio, justamente la Madre debe considerarse y llamarse Reina. Desde el momento en que María aceptó ser Madre del Verbo Eterno, dice San Bernardino de Siena, mereció tornarse Reina del mundo y de todas las criaturas. Si la carne de María, concluye Arnoldo Abad, no fue diversa de la de Jesús, ¿cómo, pues, de la monarquía del Hijo puede ser separada la Madre?"
Por eso debe juzgarse que la gloria del reino no solo es común entre la Madre y el Hijo, sino también que es la misma para ambos.
"Si Jesús es Rey del universo, del universo también es María Reina, escribe Roberto Abad. De modo que, en la frase de San Bernardino de Siena, cuantas son las criaturas que sirven a Dios tantas también deben servir a María. Por consiguiente, están sujetos a los dominios de María los Ángeles, los hombres y todas las cosas del Cielo y de la Tierra, porque todo está también sujeto al imperio de Dios. Por eso Guerrico Abad le dirige estas palabras: "Continuad, pues, dominando con toda la confianza; disponed vuestro arbitrio de los bienes de vuestro Hijo; pues, siendo Madre, y Esposa del Rey de los reyes, os pertenece como Reina el reino y el dominio sobre todas las criaturas".

domingo, 9 de febrero de 2014

Estética y funcionalidad

La vida diaria, tal como se presenta en nuestros días, nos ofrece constantemente impresiones, informaciones y situaciones que exigen un juicio o por lo menos un análisis, so pena de adquirir ideas con las cuales no concordamos, o asimilamos conceptos que no traducen fidedignamente lo que pensamos. Esta situación se da en todos los campos del actuar humano, entretanto, cada uno de ellos exige diferentes grados de esfuerzo. Aquellos principios que se nos presentan explicita y esporádicamente son, sin duda, más fáciles de clasificar que otros de carácter disimulado y repetitivo. Estos últimos se encuentran, muchas de las veces, encubiertos bajo una escultura, un cuadro o hasta bajo la disposición del mobiliario de una sala. En la experiencia estética que podemos encontrar principios de índole hasta metafísica, pero que entretanto, de difícil explicación.

sábado, 8 de febrero de 2014

Espiritualidad de los Heraldos

En los primeros artículos de sus Estatutos se encuentra trazada la vocación de los Heraldos del Evangelio: "La Asociación ha nacido con el propósito de ser instrumento de santidad en la Iglesia, ayudando a sus miembros para que respondan generosamente al llamamiento a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, favoreciendo y alentando, con tal fin, la unidad más íntima entre la vida práctica y la fe de los mismos... Además, la Asociación tiene como fin que sus miembros participen activa, consciente y responsablemente en la misión salvífica de la Iglesia mediante el apostolado, al que están destinados por el Señor en virtud del bautismo y de la confirmación; actuando en favor de la evangelización, de la santificación y de la animación cristiana de las realidades temporales."Existen dos dimensiones en la vocación de los Heraldos del Evangelio: una vertical, respecto a las relaciones con Dios; otra horizontal, la del compromiso con los hermanos que se traduce en un empeño evangelizador. Ésta última es la consecuencia de una unión con Cristo, como bien nos recuerda el Santo Padre en su luminosa Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte: "Sin mí nada podéis hacer" (Jn. 15, 5).La primera dimensión está expresada en el emblema de la Asociación: la Eucaristía, María y la Cátedra de Pedro. Son éstos los tres pilares de la espiritualidad del Heraldo del Evangelio.

El ideal, fundamento del verdadero heroísmo

Heroísmo. ¡Palabra que nos hace vibrar el alma! ¡Palabra, que hizo vibrar el alma de los bienaventurados que se encuentran en el Cielo! Con certeza, no es algo que se refiera a cosas palpables, mas sí, a algo mucho más sublime, elevado y sereno.
Nos dice Aristóteles que el hombre está compuesto de cuerpo y alma, y la Santa doctrina de la Iglesia sublima esto cuando posa su luz, a través de las Sagradas Escrituras, afirmando que el hombre es imagen y semejanza de Dios.
Siendo el ser humano dotado de inteligencia, voluntad y sensibilidad, él debe utilizar estas facultades que Dios le dio para atender a las necesidades del cuerpo y, sobre todo del alma, una vez que es esta la que nos asemeja más a Dios, por ser Él inmaterial.

Sucede que después del pecado original la integridad del hombre fue perdida y consecuentemente hubo un desordenamiento de sus deseos. La preocupación con lo material sobrepujó lo espiritual, basta ver que sentimos en nosotros constantemente inclinaciones al mal y tenemos que luchar para poder evitarlas.