martes, 18 de marzo de 2014

El simbolismo del Hábito de los Heraldos del Evangelio

Muchas personas quedan intrigadas al ver el hábito de los Heraldos del Evangelio: cadenas, botas, grandes rosarios e inclusive una gigantesca cruz. ¿Cuál es el significado de todos estos objetos? Es lo que el lector podrá encontrar en el siguiente artículo.

Así como el amor al prójimo sólo se demuestra mediante acciones exteriores, de la misma manera la fe debe ser manifestada por los actos (St 2, 14-18), y – por consecuencia – exteriorizarse. Bien conscientes de que Jesús exige de sus discípulos una posición unívoca (Mt 5, 37), contraria a las solas apariencias hipócritas de los fariseos (Mt 23, 27), pero que debe ser manifestada públicamente como medio de evangelización (Mt 5, 16), los Heraldos del Evangelio desearon modelar todos los aspectos de su vida al gran ideal al cual se han entregado.

sábado, 15 de marzo de 2014

El don de sabiduría en vivo

 

Líneas maestras de la tesis de Monseñor João Scognamiglio Clá Dias, EP
----------------
Es más fácil vivir los dones del Espíritu Santo que explicarlos científicamente, afirmó un eminente teólogo. Monseñor João superó esa dificultad, dando un enfoque inédito a su tesis de doctorado en Teología.
En su tesis El don de sabiduría en la mente, vida y obra de Plinio Corrêa de Oliveira, Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP, ha querido abordar el tema de una manera original, al presentar más que consideraciones abstractas sobre el don de sabiduría, la fuerza que adquiere en quien lo vive intensamente. Por eso, la tesis está dedicada a analizar la acción del Espíritu Santo en uno de los líderes católicos más grandes de la Historia reciente: Plinio Corrêa de Oliveira, “personaje importante para la historia de la Iglesia de Brasil”, según fray Marcelo Neves, miembro del tribunal examinador.

sábado, 8 de marzo de 2014

La palabra de Dios en música


Inmersos en la agitación del mundo actual, siempre absorbidos por la prisa, la velocidad y el ruido, tal vez no nos sea tan fácil concebir un ambiente diferente. Entretanto, invitamos al lector a parar un poco ahora, e imaginar...
Imaginar un monasterio, con un claustro austero, silencioso, acogedor y elevado, por donde circulan algunos monjes, sin prisa y recogidos, dirigiéndose a una capilla iluminada apenas por la luz tamizada por unos bellos vitrales coloridos.
Estos valientes hombres, habiendo abandonado todo para el servicio de la Religión, dedican su vida al trabajo, al estudio y a la oración. Y como forma de exteriorizar el amor desbordante de sus corazones, habitados por la gracia, se unen en una sola voz para dirigirse a Dios. En unísono, entonan himnos y cánticos que llenan el templo sagrado de melodías suaves y tranquilizantes...
Ya estará nuestro lector con el estado de espíritu listo para comprender cuál es este estilo de canto y sus orígenes, para admirar la misteriosa riqueza y la elevada calidad que hicieron de él el cántico sacro por excelencia.